Aumentó la venta de campos y los precios
La estabilidad del dólar impulsó la venta de inmuebles rurales el mes pasado y ya se proyecta un buen fin de año. Qué pasa con los precios y cuáles son las tierras más demandadas
La estabilidad macroeconómica y el blanqueo impulsaron la venta de campos y se registró el mejor septiembre de la última década. Con estas perspectivas, y a pesar de la sequía que afecta al sector agroindustrial-que tuvo un alivio con las fuertes lluvias en la región centro de este miércoles-, la tendencia para 2024 es positiva, marcada por una mayor oferta de tierras y una mejora en el precio de venta de los campos.
La Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAI) informó, en el Índice de Actividad del Mercado Inmobiliario Rural (InCAIR), que refleja la actividad del mercado inmobiliario rural en todo el país), una mejora en la venta de campos. Con un puntaje de 51,93, fue el mejor septiembre de los últimos 10 años, resaltó la entidad, aunque todavía está a mitad de camino de la mejor marca histórica del sector, que fue de 97,5 puntos en el mismo mes de 2011.
Si bien en el sector aseguran que la oferta se mantiene, es, sobre todo, de campos mixtos o ganaderos. En el caso de las tierras agrícolas, que, cabe resaltar, son las más demandadas, la disponibilidad es limitada.
José Bauza, expresidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales, explicó que "todo lo que salió a la venta en la zona núcleo ya se vendió y hoy no hay reposición de esa oferta. En la parte agrícola de suelos 1 y 2, hay mucha demanda. No sucede lo mismo con el resto, como campos mixtos o ganaderos".
Las tierras más demandadas son las que se encuentran en el llamado ‘Triángulo de oro’ – así se la califica por ser la zona más cara y productiva del país-, conformada por las localidades bonaerenses de Rojas, Salto y Pergamino. Allí, el valor de una hectárea ronda entre los u$s 15.000 y los u$s 17.000. Los precios descienden a medida que se alejan de esta locación.
Otros núcleos grandes se hallan en el centro y sur de Córdoba, en los alrededores de Río Cuarto, al sureste de la Provincia de Buenos Aires (Necochea, Mar del Plata y Tres Arroyos) y en la zona de Venado Tuerto.
"Es un buen año en general. El blanqueo impulsó un notable aumento en las consultas por propiedades rurales. Una de las principales causas de esto, es que la pandemia evidenció que, mientras otros sectores atravesaban crisis, el campo mantuvo su rendimiento constante", aseguró Federico Nordheimer, CEO de la inmobiliaria rural homónima.
Sucede que, durante la pandemia, las inversiones inmobiliarias tradicionales -como oficinas, alquileres temporarios y locales comerciales- experimentaron una fuerte inestabilidad, marcada, principalmente, por la falta de demanda.
En cambio, el campo mantuvo durante esos años una vacancia nula, lo que lo posicionó como un refugio de valor frente a otros tipos de inversiones. La demanda de tierras y el constante rendimiento de los alquileres agrícolas subrayaron el atractivo de este sector.
A su vez, Nordheimer dijo que, con la compra de un campo argentino, "el productor accede a uno de los mejores activos a nivel mundial Además de su productividad, explicó que los terrenos se alquilan y que, en la actualidad, hay cero vacancia.
"No hay campo que no este siendo explotado por sus dueñas, o en ocasiones, alquilado explici Los alquileres están ligados al dólar. De hecho, se pagan por kilos de productos. Entonces, si es un campe agricola, se paga por kilos de soja producidos, mientras que, si es un campo ganades, el precio del alquiler se determina por kilos de carne.
En la Argentina, el 70% de los campos son administrados por sus dueños, mientras que el restante 30% se alquilan a productores externos.
"Al mantenerse la estabilidad económica, continúa la lenta pero ascendente tendencia de la actividad", explicó el informe de CAIR.
Los precios de los campos, en recuperación
En este contexto, marcado, además, por cierta estabilidad macroeconómica,
los precios se empiezan a recuperar. El pico histórico fue en 2011 y, desde ese entonces, los valores comenzaron a descender como consecuencia de los vaivenes económicos de la Argentina, respecto a los países de la región.
De hecho, los precios de los campos argentinos llegaron a valer entre 40% y 70% menos que los mismos terrenos con igual capacidad productiva, ubicados en otros países de la región, como, por ejemplo, Uruguay.
Ahora, la tendencia se empieza a revertir y, en comparación con el último lustro, los valores sübieron entre 10% y 15% este año, precisó Nordheimer.